¿Tuvieron su saludo navideño?, ¿mandaron su tarjeta a sus amigos y amigas?, ¿compraron los regalos de navidad?, tantas cosas por hacer cierto?, recuerdo que antes las cosas eran más sencillas porque nos levantabamos tarde, abrazabamos a nuestros seres queridos, nuestros familiares nos vestían (a algunos los peinaban) y esperabamos que sean las doce de la noche para poder recibir nuestros regalos y comer nuestro paneton (aunque ya lo veniamos comiendo días antes).
Al final del todo el día teniamos una sonrisa en nuestros rostros mientras reventabamos nuestros cohetecillos y sin darnos cuenta nos dormiamos donde nos de el sueño, sabiendo que la próxima semana sería tambien una fiesta inolvidable.
Un color verde de nacimiento no podía faltar en nuestras casas, y ese nacimiento que día a día se llenaba de animalitos o se volvía más chico porque sin querer se rompia uno año tras año, lo mismo le pasaba a las luces navideñas que decidieron en un momento cerrar los ojos y no volver a prenderse.
Pero más alla de todos esos recuerdos navideños, en nuestras mentes seguiran esas ganas de saber que las personas que conocemos esten sonriendo y puedan estar muy felices, sin importar lo lejos que esten y que en nuestra mesa esta noche haya un espacio para un familiar, un amigo o una amiga que quiera compartir con nosotros la noche de navidad.
Yo estare tambien muy contento sabiendo que cada uno de ustedes estará sonriendo (quizás ya no sin esperar regalos, ni reventar cohetecillos) con sus familiares y amistades que tengan esta noche a su lado con el nacimiento del niño Jesús, haciendo una noche de los 365 días del año muy especial.